Tenemos entre 60.000 y 80.000 pensamientos diarios. Nuestro cerebro es un fábrica de hacer pensamientos; el 90% son repetidos del día anterior, en muchas ocasiones hemos tenido algún desencuentro, con algún familiar, amigo, compañero de trabajo; en vez de actuar y dar una respuesta que nos ayude solventar la situación, ya sea para bien o para mal, estamos con ese pensamiento varios días en la cabeza, tal actuación afecta en nuestro rendimiento y estado de ánimo.
Muchos de esos pensamientos, son negativos como un mecanismo de defensa ancestral, debido a, que la función principal de la mente humana, es la supervivencia. Por este motivo, en cualquier escenario de incertidumbre, de falta de seguridad o de descontrol, las variables de la situación conlleva pensamientos negativos, para salvaguardar la integridad de ser humano.
El problema es que no somos conscientes, de que muchos de esos pensamientos nos producen malestar y sufrimiento, que afectan a nuestro estado de ánimo, generando muchos problemas de insatisfacción, angustia y estrés, los cuales pueden tener efectos nocivos, como hipertensión o dificultades digestivas, sexuales o cognitivas.
Ego, pensamiento y estado de ánimo
A nuestra mente egoica, condicionada y dualista le gusta hacer, lograr, buscar, poseer, comparar, juzgar, enfocarse en objetos y cosas materiales, elaborar pensamientos, interpretar, apegarse a lo que le gusta y distanciarse de lo que menos le gusta, moverse en terreno conocido, controlar, esforzarse por tener más y más, por ser más y más importante y encajar en un grupo…
La contrapartida, es que nos volvemos dependientes de toda esta satisfacción ilusoria, que crea nuestro pensamiento. La mejor opción para tener una vida plena es buscar dentro de nosotros y no fuera: es el único lugar, donde se encuentra las respuestas a la verdadera felicidad. Esa mente egoica, condicionada y dualista nos propone una forma limitada y rígida de ver el mundo, presentándonos su realidad como la única que existe.
¿Por qué hacemos hechos de nuestros pensamientos, que afectan a nuestro estado de ánimo?
Los pensamientos, tiene un impacto fortísimo en la mente, ya que cuando pensamos, se produce una relación entre el propio pensamiento y aquello en lo que estamos pensando, cuando uno de los elementos influye sobre el otro.
Mediante el proceso de fusión-cognitiva, tratamos a nuestro pensamiento, de la misma manera que si fuera aquello que dice ser, es decir, que hacemos de nuestros pensamientos un hecho real, cuando verdaderamente no deja de ser más que un pensamiento, que pueda ser interpretado por una percepción equivocada, por nuestros filtros mentales, y generar estados de ánimo poco satisfactorios. Aun así, nuestros pensamientos, son entendidos por la mente como verdades absolutas en su gran mayoría, para que nuestra realidad tenga coherencia. Si quieres indagar más, en cómo afecta en la percepción y la forma de interpretar al mundo, puedes hacer click aquí.
Estas tomando, tus expresiones internas como verdades literales, acabas entendiendo y creyéndote que en realidad tú eres tu sufrimiento. Es difícil de entender que tu pensamiento no te define, en parte, porque resulta muy complicado entender, que son pensamientos producidos por tu mente.
¿Cómo hacer para no creernos nuestros pensamientos y no nos afecten en estado de ánimo?
Seguramente si eres como la mayoría de las personas del planeta, cuando estás en medio de la lucha y la pelea interna, no eres capaz de mirar a tus pensamientos, de una manera sistemática. En tales momentos, lo más probable es que estés observando desde los pensamientos, es decir, consideras el contenido de tus pensamientos desde un punto de vista que ya hayas registrado; eso es a lo que nos referimos: mirar desde los pensamientos.
Muchas veces luchas para tratar de controlar, lo que piensas y sientes, tiendes a tomarte tus pensamientos al pie de la letra, de modo que, ves la vida desde el punto de vista de tus pensamientos. Tales pensamientos con los que te has fundido, te exigen o piden más lucha, afectando a tu estado de ánimo, y acabas por darte cuenta de que esto no funciona.
Al final, has terminado por definirte a ti mismo, al contenido de tu experiencia, en función de tus pensamientos. El conjunto de todos estos factores son muy peligrosos, ya que afectan en el estado de ánimo.
El acto de pensar no es peligroso por sí mismo; el peligro estriba, más bien, en que tú te tomes tus pensamientos como hechos, es decir, que los asumas literalmente, incluso aunque tu experiencia, te diga que se trata de un contexto en el que la fusión-cognitiva sea inútil sino que, además resulta peligrosa.
¿Qué podemos hacer para detectar estos pensamientos y dejarlos ir?
Ejercicio: Hojas flotando en la corriente.
(Te propongo, que hagas el siguiente ejercicio: de imaginación y visualización para que seas consciente, de cómo los pensamientos vienen y van).
Imagina una hermosa corriente que fluye lentamente; el agua se desliza por las rocas; de vez en cuando una hoja de los árboles cae en la corriente y va flotando río abajo. Imagina que estás sentado junto a la corriente, en un día templado y soleado, observando cómo van flotando las hojas. Ahora hazte consciente de tus pensamientos; cada vez que surja un pensamiento en tu mente, imagina que lo depositas en una de las hojas. Tanto si son palabras, como imágenes deposítalas en las hojas.
No intentes, hacer que la corriente vaya más rápido o más despacio. Si desaparecen las hojas o tú, mentalmente, te vas a otra parte, o si resulta que te encuentras en medio de la corriente o sobre una hoja, simplemente, detente y percibe lo que está ocurriendo. Archívala, y vuelve otra vez al borde de la corriente. Localiza el siguiente pensamiento de tu mente, escríbelo en la hoja y deja que la hoja se vaya flotando corriente abajo.
Espero que hayas disfrutado, que entendieras un poco mejor, cómo afecta los pensamientos a tu estado de ánimo.
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